A pocos días de conmemorarse el centenario del Genocidio Armenio, la Pascua de Resurrección vivida intensa y alegremente según las tradiciones armenias fue un recordatorio que el Genocidio no significó la muerte de esta nación, sino su resurrección graficada en las tres generaciones presentes en la ceremonia.
En la sede de la Colectividad Armenia de Chile se celebró el acto litúrgico donde los feligreses se saludaron entre sí afirmando “Krisdós hariav i merelots”, es decir, Cristo resucitó de entre los muertos, y respondiendo “Ornial e haroutiunn Krisdosi”, esto es, bendita es la Resurrección de Cristo.
La misa fue seguida de una alegre actividad en que los asistentes quebraban huevos rojos y de distintos colores pintados por la Juventud Armenia de Chile -Jach- y los niños presentes.
Según la usanza armenia, el huevo representa el mundo, la cáscara al cielo, la piel fina asemeja al aire, la clara al agua y la yema a la tierra. Esta tradición dice que el rojo representa la sangre de Jesús, por lo que la unión de los elementos simboliza el sacrificio de Jesús por la humanidad. Al ingerir el huevo, se dio término a la abstinencia vivida en Cuaresma.