“Al independizarnos hace 26 años, en ese trascendental momento de nuestra historia, no solo recuperamos nuestra bandera, himno y escudo nacional, sino que recuperamos nuestra esencia, nuestras tradiciones y demostramos al mundo que una vez más sobrevivimos, mostrando que sí somos capaces de insertarnos en el mundo de forma independiente y que frente a las vicisitudes, nos paramos, nos reconstruimos y avanzamos”. Con estas palabras, la vicepresidenta de la Colectividad Armenia de Chile, Virginia Ekmekdjian, destacó el significado de la declaración de independencia de la República de Armenia en 1991.
El 21 de septiembre de ese año, cerca del 99,5% de los armenios voto a favor de la separación de la entonces Unión Soviética, de la que formaba parte.
Siete décadas antes, había sido declarada la República Armenia en 1918 que duró apenas dos años, pero sentó un precedente que demostraba que esta nación no daría su brazo a torcer y renacería.
Bendición de la nueva casa
Para celebrar el 26º aniversario de la independencia, los armenios radicados en Chile y descendientes participación en una misa oficiada por el Padre Mesrop, sacerdote de la Iglesia Apostólica de esta nación, quien invitó a los asistentes a orar porque Dios proteja a la República de Armenia para que viva siempre inconmovible y en paz.
La alegre jornada por primera vez se celebró en la nueva sede de la Colectividad Armenia de Chile, en la comuna Providencia, por lo que el religioso bendijo la casa a través del pan, agua y sal.
La celebración fue seguida con interpretaciones del coro Dzizernak y jóvenes músicos tocaron piezas del compositor armenio Aram Khachaturian.
El ameno asado en un gran comedor encarpado, fue seguido de un entusiasta baile grupal kochari, donde jóvenes con rostros pintados con el tricolor rojo, azul y naranjo expresaron efusivamente su entusiasmo.