Edward Tutunjian pasó de inmigrante a dueño de la mayor flota de taxis del estado de Massachusetts en EE.UU.. En 1995, después de unas vacaciones en nuestro país, empezó a comprar campos en los que hoy tiene la viña, ganado y donde cultiva cerezas, granados, ciruelas.
Por: Bernardita Serrano
Edward Tutunjian viaja dos veces al año desde Estados Unidos a Chile para enterarse in situ el desarrollo de los negocios que tiene en nuestro país.
La primera vez que el empresario hizo la ruta fue en 1995 cuando llegó de vacaciones invitado por un amigo que había vuelto a vivir a Chile después de más de 10 años en Estados Unidos. Ese verano, cuentan sus cercanos, Tutunjian se enamoró de nuestro país porque el paisaje le recordó su tierra natal.
Es que pese a que el empresario ha vivido casi toda su vida en Boston, Estados Unidos, lo cierto es que llegó ahí a los seis años desde Armenia con su madre y hermanos luego de la muerte de su padre.
Apenas salió del colegio, Tutunjian comenzó a estudiar contabilidad y a manejar taxis de terceros para obtener ingresos. En eso estaba cuando empezó a ver una oportunidad de negocio en ese rubro para él. Fue así como calculó la cantidad de horas que necesitaba trabajar para juntar plata y tener su propio taxi. Con los números claros se lanzó al negocio con la idea de multiplicarse.
A mediados de los ´90, cuando vino a Chile, su compañía de transporte ya era la más grande del estado de Massachusetts. En ese minuto, sabiendo que este era un buen país para invertir, se compró un campo cerca de Curicó y ahí plantó cerezas.
Dos años después compró otra propiedad en Rauco que tenía viñedos, y al tiempo otro en Sagrada Familia para el cultivo de fruta. A eso sumó durante los siguientes años otros campos en San Antonio, Pirque y Colchagua, y las bodegas y la viña Apaltagua que le compró a la Familia Donoso Silva que desde 1950 estaba en el valle de Apalta. La última compra que hizo fue en junio del año pasado con un campo de 1.300 hectáreas en la localidad de Palmilla, en el sector de Colchagua.
En total ya tiene cerca de 5 mil hectáreas de campos en los que 400 están plantadas con viñedos y 160 con frutales. En el resto de los terrenos además de montañas hay ganado ovino y bovino, y espacios para la conservación de especies.
Pese a la cantidad de hectáreas que ya tiene, las opciones para seguir sumando están abiertas. Según explica el gerente general de viña y agrícola Apaltagua, Rodrigo Abarzúa, «el jefe siempre anda mirando». Cuenta que están viendo opciones en Limarí, Curicó y Santa Cruz, y que Tutunjian viene en enero con la idea de cerrar un negocio. Los planes van desde entrar al mercado de las clementinas en el norte, a aumentar las plantaciones de viñedos y cerezas en el sur.
Proyecto 2012: Esperan exportar 180 mil cajas de vino
En 2006 el empresario compró la viña Apaltagua a la familia Donoso Silva y se hizo de una bodega y 60 hectáreas de viñedos.
Al año siguiente, Tutunjian y su equipo echaron a andar un plan de desarrollo para profesionalizar el trabajo que estaban haciendo y para posicionar sus productos en el mercado internacional.
En el último año, por ejemplo, la producción creció en un 40%. Es más, si en 2007 lograron exportar 3.800 cajas de vino, el año pasado llegaron a 140 mil cajas , y este año pretenden cerrar con 180 mil cajas de vinos de los distintos valles en los que tienen presencia: San Antonio, Maipo, Curicó, Colchagua y Maule.
En los cinco años que llevan trabajando en el rubro, además, han ido variando desde el negocio a granel hacia el embotellado, e incluso actualmente un 10% de los vinos que comercializan son de alta gama. Gracias a eso han ido subiendo el precio promedio de venta de sus vinos, el que este año debiera terminar en unos US$34 por caja.
Además, se han hecho un espacio en mercados altamente competitivos. El año pasado, los principales destinos de envío de sus productos fueron Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Holanda y Bélgica, y este año ya han comenzado a relacionarse con otros como Nigeria, Rusia, Bahamas y Venezuela. «Hoy estamos en cerca de 40 mercados y queremos llegar a 45 en 2013. Son mercados menos interesantes en volumen pero que aportan a la venta», explica Abarzúa quien trabaja desde 2005 en el grupo.
Los planes para la casona de Pirque
Con la idea de que ya es momento de poner un foco en promoción y fidelización, Abarzúa cuenta que tienen varios planes para la casona de 1890 que tienen en el campo de Pirque.
Aunque el lugar ya funciona como casa de huéspedes, el año pasado construyeron un sector en donde se pueden hacer matrimonios. Además, para 2013 van a desarrollar la parte turística de la bodega de Pirque. «Ya desarrollamos un circuito turístico con operadores con la idea de que los turistas puedan conocer la casa, los viñedos, degustar y darse una vuelta por el museo que replica una bodega antigua que estamos montando», explica Abarzúa.
FUENTE: La Segunda On Line, 03 de agosto de 2012