En septiembre, armenios celebran su Independencia

Hace 21 años, el 21 de septiembre de 1991, el 99 por ciento de los ciudadanos armenios votó a favor de la independencia de la entonces URSS. El 23 de septiembre se declaró a Armenia como Estado soberano e independiente. Levón Ter-Petrosian fue elegido presidente de la nueva república, que en 1992 ingresa en las Naciones Unidas.

Para celebrar esta independencia, se realizó una concurrida conmemoración en la Colectividad Armenia de Chile. En la ocasión, el presidente de la Colectividad, Nelson Baloian, presentó la evolución de Armenia en estos años, durante los cuales ha visitado el país en cuatro oportunidades. Baloian destacó los difíciles inicios de esta nueva independencia cuando en 1994 “estuve alojado en el departamento de una familia armenia en el séptimo piso de un edificio y el agua había que buscarla a una fuente a cuatro cuadras de distancia y subir los baldes cargados a pie”, pero también pudo sentir “la alegría y emoción de estar en un lugar que podía llamar Armenia, ver cómo la gente me acogía como uno de los suyos sin reparos, ver en la calle gente que se parecía a tía Sona, a la tía Azniv o incluso a mis propios padres”.

En su alocución, el presidente de la Colectividad destacó el drástico cambio al visitar el país años después, “empezando por llegar a un aeropuerto moderno y renovado en el cual el trámite de inmigración y recoger el equipaje tarda lo mismo que en el aeropuerto más eficiente que he conocido. El camino del aeropuerto a la ciudad estaba iluminado con anuncios multicolores”. Asimismo puso de relieve que en la Armenia actual “la importancia que se da a la educación y la cultura es mucho más que en otros países con muchos mejores índices de desarrollo”.

La actividad contó con la presencia del Cónsul Honorario de Armenia en Chile, Eduardo Rodríguez Guarachi, quien afirmó estar orgulloso “por representar a este pueblo caracterizado por su cultura y sobrevivencia”.

La conmemoración fue bendecida por el reverendo padre Georges Abed, sacerdote de la Iglesia Ortodoxa, y tuvo un sabroso cierre con comidas tradicionales como humus, kebab y pilaf.

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